martes, 9 de noviembre de 2010

Mario Vargas Llosa o El miedo a la mediocridad

Monterroso tiene un cuento, en el que un viejo profesor, un tal Fombona, conoce a un joven, el poeta Feijoó. En los años siguientes, aquel se dedica a su “corrupción y embalsamamiento” hasta lograr que el muchacho deje de escribir versos y se dedique a la tertulia con los amigos, y a un trabajo alimenticio- como diría Varguitas- terminando por creer que el trabajo que realizaba: buscar las erratas en los libros, era una labor importantísima, al punto de creer que ahí se jugaba incluso los destinos de la humanidad. Cuando una vez, viene a verlo un sabio hispano, especialista en Unamuno, y lo encuentra sumido entre sus papeles, notas y pruebas de imprenta, él acepta ser presentado y con voz casi inaudible murmura algo, como: sí, mucho gusto…mientras que Fombona, hacia un costado pasaba la voz a alguien, buscaba un cerillo, o algo…

Interesantísimo. Aquí cuando se habla de corrupción, es la corrupción del alma. Es decir, que así como el cuerpo sufre de corrupción al paso de los años o de la enfermedad, es decir se va deteriorando, malogrando, muriendo; igual puede hacerse con el alma. A veces tempranamente, y en muchos casos sin que la persona se de cuenta. Cuando en la escena final, el sabio hispano va a verlo, el joven, ya tiene el alma muerta, lo cual quiere decir, que se murieron sus sueños, sus anhelos, su búsqueda de la creación y la belleza (encarnada en la poesía), ya transita por la vida, tan solo como una sombra, un ser fantasmal que dará igual que exista o que no exista. Triste final, para un joven que tenía un gran potencial, un joven poeta, que pudo jugársela con todo desde la temprana juventud, y no prestar oídos a la corrosiva voz de la mediocridad, a la machacante acción de la molicie que lo va envolviendo todo, a la moda corrupta de la trivialización de todo. Y mas bien, orientarse en la vida, escuchando sus señales interiores, aquella voz que le decía: adelante, tú estas hecho para lograr tus grandes sueños (por que ya Shakespeare lo había dicho: estamos hechos de la misma materia de las estrellas y de nuestros sueños), esa voz que le decía: vamos, que no existen milagros para unos cuantos: todos los seres humanos somos capaces de hacer milagros, y acaso lo único que hace falta es valor y determinación para atreverse.

No hay otra forma de avanzar por la vida. Bethoveen lo tuvo claro desde el principio. Por eso cuando Napoleón se volvió un dictador, le retiró su dedicatoria del hermoso Concierto para piano N° 5; igual con el gran Goethe, que no se descubrió (quitarse el gorro) ante la presencia del rey de Prusia (¿y por qué tendría que hacerlo un creador?, pensó). Es ese tipo de Hubris sana, que el hombre requiere para persistir en lo suyo, mas allá del coro de sirenas que momentáneamente lo pueden distraer de su camino. Y tener valor, para no sucumbir ante el vaho corrosivo y envolvente de los mediocres y la molicie.

Si Vargas Llosa, en su momento no hubiera tomado la determinación de dejarlo todo, por la literatura – a pesar de tener que vivir angustias económicas al principio- y hubiera optado por quedarse en Lima, dedicado a la vida bohemia, hubiera terminado como su amigo, el talentosísimo Carlitos Ney Barrionuevo, que con todo el respeto que se merece, termino siendo hoy, a los 84 años, tan solo un venerable anciano, sin mayor aporte a la cultura o la literatura nacional.

El otro se fue, se dedicó en cuerpo y alma a su pasión, la literatura, la sudó – como se dice- y hoy es Premio Nobel. Vargas Llosa, es ahora orgullo no solo de la Universidad que lo formó, San Marcos; no sólo de la tierra del rocoto relleno, Arequipa y del país que lo vio nacer, sino de toda América Latina y acaso de buena parte del mundo. Varguitas, has pasado a la posteridad. Mario, tú has vuelto a señalar el camino y así la valla ahora se encuentre muy alta, hacia allá tenemos que seguir avanzando.

P. Libre, 13 de Octubre de 2010

domingo, 7 de noviembre de 2010

La nueva literatura

¿Por qué caminos avanza la literatura del siglo XXI?

Algunos le dicen literatura de la post modernidad, otros, literatura que dice todo y nada a la vez, otros, que es la literatura de la inmediatez, literatura que mañana solo servirá para arrumarse en los estantes de las viejas bibliotecas o en todo caso, en un afán de utilidad, acaso para envolver pescado, y eso sería su mejor logro.

Bolaño y Bryce dirían que Cortázar, nos abrió el camino para escribir desde un punto de vista completamente nuevo, algo así, como escribir en la forma que nos naciera del alma, es decir con absoluta libertad.

Antes de él, claro, Joyce, con su revolucionario monólogo interior, en la misma línea, Proust, y claro el viejo Faulkner, y luego, alimentándose de todos ellos, Hemingway. Ello permitía alcanzar una construcción polifónica de la novela, avanzando hacia lo que MV Llosa llamaría la novela total.

García Márquez, sin dejar de reconocer a los anteriores, cuenta, que cuando leyó La metaformosis, y vio aquello de: Esa mañana al despertar, Gregorio Samsa, descubrió que se había convertido en un insecto; se quedó cojudo y dijo algo así como: puta madre, ¿se podía escribir de este modo?…

Pero volviendo a redefinir las cosas, ¿qué es la literatura?

Es el universo maravilloso, mágico, especie de éxtasis en la que te sumerge la palabra. Cuando uno lee un poema, un cuento o una novela, que te captura, que te envuelve, que te seduce, que te produce aquel efecto de encantamiento- tal como aparece en el enamoramiento- y sientes, que aquel mundo, parece más real que el verdadero, entonces, estás aproximándote a lo que es literatura. Pero aquel mundo, está tan solo hecho de palabras, maravillosas palabras, que trasuntan al ser, o que en todo caso, nos conectan con lo más profundo que tenemos como seres humanos.

Y entonces, para el escritor, poeta, cuentista o novelista, el gran asunto es cómo se aproxima a dicha sensación y sentimiento, de éxtasis. Y como dice Bolaño, aquél éxtasis, quema, envuelve, atrapa, pero ocurre que muchos, se sacuden de él, acaso atemorizados. Quizá aquellos que llegaron a rozarlo, aproximarse a él, dejando de lado temores arcaicos y al final, bebieron de él, son los que se aproximaron a la genialidad.

Hemingway, decía: “una vez que el escribir (o LEER), se ha convertido en el mayor vicio y en el mayor placer de la vida, solo la muerte puede ponerle fin”.

Escribo estas reflexiones y recuerdo que hace 25 años, me plantee seriamente, definir un camino en la vida: o era la literatura, o era la política, o era la psicología. Aquella vez, luego de la desilusión de la política, solo me quedaba la literatura o la psicología. Al final opté, como ya lo he dicho, por ser psicólogo de profesión, pero teniendo siempre a la literatura como profunda vocación.

PRESENTACION

En algún momento, me he preguntado de qué forma puedo ayudar de mejor modo a mi país. En principio pensé que era a través de la política militante, pero con todo lo que aconteció en el Perú a partir de los 80 - los terribles sucesos de la guerra sucia, el terrorismo, la corrupción- en donde directamente se vieron implicados, no solo los partidos revolucionarios de aquel entonces, sino también los viejos partidos tradicionales, las fuerzas armadas, el poder judicial, los servicios de inteligencia, hasta llegar a los partidos politicos actuales, directamente comprometidos con la mantención del status quo; me fueron alejando de dicha opción.
Fue entonces que me fui acercando a la psicología, por un lado, no solo como interesante opción de trabajo profesional y de investigación, sino también como una forma de tratar de conocer a mayor profundidad los recovecos de la mente humana.
Y por otro lado, me fui reencontrando con la literatura, una amada inquietud desde la infancia y la adolescencia, también como una forma de tratar de dar cuenta de lo que ha ido aconteciendo en mi país. De ahí es que pude, en los últimos años, escribir diversos cuentos, poesía, relatos y hasta 3 novelas.
De tal modo, que ahora, con este blog, quiero dar inicio a una fase en mi vida, en la cual trataré de dar a conocer dichos escritos, pero que tambien sirva de tribuna para analizar los problemas acuciantes del país: corrupción, violencia, violación de derechos humanos, y otros flagelos que nos azotan.
Invito pues a todos Uds. a que tambien me hagan llegar sus comentarios y opiniones.
Se abre el blog: Perú, drama y esperanza, para todos.
RC